Principios de la terapia Gestalt
La terapia Gestalt es un modelo psicoterapéutico que forma parte de la psicología humanista o tercera corriente. Donde se concibe que el ser humano dispone de capacidades para autorregularse necesitando establecer una relación con el ambiente para desarrollarlo.
Este modelo utiliza una metodología fenomenológica siendo influenciada por la filosofía oriental.
Con respecto, al término Gestalt es una palabra que emana del idioma alemán y que en español tendría una equivalencia a “forma o estructura”.
Por ello, el concepto figura-fondo mantiene una relación con el de autorregulación, donde tras satisfacer una serie de necesidades consigue restablecer el desequilibrio del organismo.
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El principio del aquí y ahora
Hay un principio básico en la Gestalt, y es la valoración de la actualidad temporal (el presente frente al pasado o el futuro), espacial (lo presente frente a lo ausente) y sustancial (el acto frente al símbolo).
El aquí y ahora y su importancia en la terapia Gestalt.
Nada ocurre sino ahora, el pasado ya no existe y el futuro aún no es.
La situación terapéutica solo es posible en esta actualidad temporal (ahora) y espacial (aquí).
En Gestalt intentamos evitar todo lo que no está o no se desarrolla en el presente; incluso si el conflicto que aparece hace referencia a una experiencia del pasado o a un temor de futuro, traemos este material al aquí y ahora porque solo en el presente se puede llevar a cabo la integración.
El aquí y ahora significa maduración y crecimiento, lo demás no es sino mantener el statu quo, reforzar el rol del enfermo para seguir movilizando el entorno en vez de empezar a echar mano del autoapoyo.
Perls decía con humor:
Una persona entra en la terapia con un montón de personajes (su padre, su madre, su hermano, su amigo, su profesor, etc.) hasta que la persona se encuentra por fin consigo misma, y deja de sentir la necesidad de manipular su biografía y su historia como medio de mantener su neurosis.
La importancia de trabajar en el aquí y ahora es que al trabajar en el presente nos hace descubrir nuestra capacidad potencial y nuestro apoyo.
La atención y aceptación de la experiencia van ligadas a esta vivencia del presente y tomamos conciencia de la realidad con una invitación a que la persona se responsabilice de lo que está haciendo, sintiendo, evitando o negando, deseando, inhibiendo….
Ejemplos de cómo se aplica este principio en la terapia Gestalt.
Al trabajar la Gestalt con la experiencia, la verbalización y la interpretación, se considera un enfoque muy vivencial, donde se le pide a la persona que todos los asuntos que se deben trabajar, ya sea porque quedaron inconclusos “sin resolver” o traumas que se crearon en el pasado, se los traiga al presente, al aquí y ahora.
Una de las frases más importante para comenzar un proceso terapéutico de estas características es “ahora me doy cuenta de…”
También se le pide que preste atención en cómo interrumpe sus necesidades a sí mismo, para que pueda disolver estas acciones y pueda vivir y cerrar esas experiencias inconclusas.
El terapeuta dotará al paciente de diferentes técnicas y herramientas para que pueda hacer frente a sus propias dificultades, haciendo que se responsabilice de sus bloqueos y evitaciones, dándole con cada sesión más fuerza a su autoapoyo.
El principio de la responsabilidad personal.
La responsabilidad se refiere al ser capaz de hacerse responsable de las acciones, sentimientos y pensamientos, desarrollar las habilidades que le permitan encontrar cuáles son sus necesidades para poder satisfacerlas y tomar conciencia de lo que vive sin pretender llevar a cabo una modificación.
De esta manera, cuanta más responsabilidad ejerce una persona más libre se siente.
Este es un pilar fundamental no solo para el paciente, sino que también para que el terapeuta de esta forma evite realizar prejuicios.
Ejemplos de cómo se aplica este principio en la terapia gestáltica.
Uno de los ejercicios que se una en el enfoque Gestalt es la observación de cómo te hablas y que haces con lo que te ocurre.
Hacerte responsable de lo que piensas, sientes, decides… Cambiando la forma de comunicarte verbalmente.
Un ejemplo podría ser, cuando dices a alguien, tengo el cuerpo cansado como si fuese ese cuerpo de otra persona, cambiar y decir, yo estoy cansada, o decir ante la crítica de otra persona “me estás molestando”, cambiar para decir, “yo estoy sintiendo malestar”.
Dejamos de hablar de forma impersonal, posicionándonos en primer lugar con “yo soy…” dándome un papel activo con lo que me sucede.
Convertimos las preguntas en afirmaciones, en vez de por ejemplo la pregunta de me estoy sintiendo incómodo ¿me puedo ir? A “me estoy sintiendo incómoda, me quiero ir”, no buscando autorización del exterior, sino validación de nuestro sentimiento.
Otro ejercicio se trata en observar cómo propones las tareas o los objetivos propios, desde la exigencia, desde la inseguridad, desde tu merecimiento, o desde el castigo hacia ti misma.
El principio de la autorregulación
Como seres vivos que somos necesitamos autorregularnos tanto a nivel fisiológico (dentro de nuestro cuerpo) como psicológico (cuando necesitamos algo del entorno). Aquí se pone en acción la figura y fondo.
La necesidad más dominante pasa a primer plano y lo menos dominante al fondo, con la intención de acaparar la atención y poder satisfacerla haciéndola más consciente.
El principio de la autorregulación y su importancia en la terapia Gestalt.
En un proceso terapéutico sabiendo que la neurosis es creativa, formando parte de una autorregulación organísmica.
La persona a veces puede autorregularse considerando sus situaciones inconclusas que permanecen en el tiempo, y para no sentir su impacto la percibe como peligrosa.
En las sesiones tanto terapeuta como paciente se unirán para poder cerrar y satisfacer esas situaciones que permanecieron sin cerrar para poderlas sentir sin censuras.
Poniendo el terapeuta la confianza en la capacidad de la persona para autorregularse y en la de él mismo para acompañar.
No se trata de sobreproteger al paciente, sino de aportar confianza y energía para que él mismo se movilice.
Aplicación del principio de autorregulación
Ver los propios síntomas como mecanismo de autorregulación, la manipulación, la creatividad por parte de uno para manipular el ambiente y conocer nuestras conductas es uno de los objetivos principales para llegar a una comprensión de nuestro comportamiento.
Mostrar que lo que en un momento (una conducta instaurada en la infancia) nos fue útil en esa época, hoy en día no nos beneficia e interfiere en nuestro bienestar a la hora de conectar con el ambiente. “Lo que fue necesario en su momento… Ya no lo es”.
Ver los propios síntomas para acompañarlos de un sentimiento de valoración y que en ningún momento nos juzguemos por ello, sino poder entenderlos desde una compasión propia y poder dejarlos atrás desde algo que en el pasado fue válido, pero que necesitas cambiar para continuar con tu vida.
El principio de la polaridad.
Todos tenemos dentro de uno mismo un sistema de opuestos, un contrario.
Desde el enfoque de la Gestalt se entiende a la persona como una sucesión de polaridades que van apareciendo en algunos momentos de nuestras vidas, y que todas ellas están ahí y forman parte de nuestra persona.
No es incompatible vivir con ellas, somos nosotros mismos quienes no lo aceptamos y los rechazamos de una forma errónea, limitando con eso la capacidad de darnos cuenta y reduciendo nuestra conciencia.
Gran parte del trabajo en la Gestalt consiste en detectar y practicar dicha división, para que dichas partes se puedan unir, alejadas de nuestras exigencias y controversia, para que podamos vivenciar de una manera saludable la unidad del darse cuenta, donde aquella división se elimina.
Algunas de las polaridades más trabajadas en Gestalt son: la parte masculina y la parte femenina, Apoyo y relación, Resentimiento y aprecio, Perro de arriba y perro de abajo y Contacto y retirada.
Formas de aplicar el principio de la polaridad.
Mediante ejercicios la Gestalt ayuda a trabajar estas polaridades.
Ejercicios como por ejemplo:
- Poder expresar los sentimientos negativos en voz alta para identificar la polaridad que negamos y trabajar en ella para poder aceptarlas e integrarlas.
- Trabajar con las fantasías dirigidas y visualizaciones. Con esto contactamos con nuestra parte reprimida a través de cuentos, relatos, siempre guiados por el terapeuta.
- Por medio de una representación creativa: los dibujos, la escultura, la pintura… con ellos podemos identificar de una forma muy clara nuestros polos negados representándolos en ellas. Expresamos con nuestras manos como nos sentimos y nos permite conectar con esos sentimientos para poder identificarlos.
- El teatro: por ej. eligiendo animales de polos opuestos (como el águila y la serpiente) o roles de la sociedad (rey-esclavo). El trabajo consistiría en teatralizar sus movimientos y su forma de actuar en el ambiente.
- La silla vacía: Uno de los ejercicios más importantes. En esta técnica se dialoga con esa parte nuestra de la que no nos sentimos cómodas o rechazamos, creando una conversación con los dos polos opuestos y poder hacer que se entiendan y resuelvan el problema existente entre ellas. Esta técnica busca que los dos opuestos colaboren para llegar a una solución intermedia entre ellos y se enriquezcan ambas partes.
- La exageración de los opuestos: Mediante el juego como el de la antítesis (comportamiento contrario). Se interpretan y se exageran los opuestos para facilitar el darse cuenta y hacernos conscientes de cómo nos sentimos en ese papel.
El principio de la conciencia
El darse cuenta o “awareness” es un proceso que se encuentra en un continuo cambio y hace referencia a aquella capacidad para comprender aspectos sobre sí mismo y del mundo que le rodea.
El principio de la conciencia en el método Gestalt.
El fomentar el darse cuenta es reconectar con nuestras emociones, con las sensaciones corporales, es el primer paso para poder permitirte cambios en tu vida.
Darte cuenta de cómo funcionas y cómo conectas con el ambiente y valorar si lo que haces es bueno para ti.
Desde ahí ya podrás decidir que cambios hacer para poder conseguir un mayor bienestar tanto emocional como psicológico.
A veces necesitarás traer al presente el pasado inconcluso para apropiarnos de él.
Desde el darse cuenta puedes asumir tus propias responsabilidades sobre tu vida, y tus acciones, pero todo esto desde un sentido lúdico, desde una posición ingenua, desde la espontaneidad y curiosidad de los niños.
Ejemplos.
Para aumentar la conciencia las técnicas que ayudan a que las personas tomen conciencia de su momento, de sus emociones y de sus pensamientos, suelen ser las que más se usen en la terapia Gestalt:
- Las técnicas de repetición, que es cuando se hace grupalmente o individualmente y se las conoce con el nombre de “hacer la ronda”.
- Las técnicas de imitación.
- Técnicas de identificar y mantener: se solicita al cliente que esté atento a lo que experimenta en cada momento, sus sensaciones, sus flujos de pensamiento. Para que aprenda a enfrentarse a ella y averiguar qué significa.
Conclusiones
Las personas somos un organismo biológico, un todo indivisible que no se puede explicar por la suma de las partes (sensaciones, emociones, cognición, espiritualidad).
Ese todo indivisible está en interacción con el ambiente y necesitamos satisfacer las necesidades básicas.
Las necesidades aparecen y desaparecen en una dinámica de figura/fondo (lo que hoy es importante mañana puede aparecer en un segundo plano).
La sociedad en la que vivimos nos constriñe, nos obliga a desempeñar unos roles (trabajo, familia) que no son más que medios para conseguir nuestro objetivo final que es satisfacer nuestras necesidades biológicas.
La cultura hace que confundamos los roles sociales con las metas-finales, un humano sano no se preocupa por adaptarse a una sociedad que es insana.
La autorregulación se produce necesariamente en contacto con el contexto del que formamos parte. Y la regulación consiste en esta tendencia a autocompletarse, a cerrar las gestalt, satisfacer nuestras necesidades.
Todo proceso ocurre en el presente, el pasado ya no existe y el futuro todavía no es nada. Lo que importa es la experiencia vivida en cada momento, en el aquí y ahora.
La información más relevante para un organismo biológico son las sensaciones corporales.
Las palabras deben servir para simbolizar la experiencia, pero no debemos permitir que la falseen.
Lo que permite el crecimiento es:
- El darse cuenta tomando conciencia de lo que nos ocurre. Entrar en contacto con el mundo, desde la experiencia, para aumentar el autoconocimiento que permite la autorregulación y el desarrollo de potencialidades.
- Asumir responsabilidad sobre lo que hacemos, pensamos, sentimos, a dónde vamos.
- Integrar opuestos: la experiencia humana está repleta de polaridades. Nuestro autoconcepto se conforma como una elección entre polos. El problema es que las personas podemos ser un polo y el opuesto, el proceso sano es conseguir integrar las polaridades, aceptándonos como seres cambiantes.
Y a todo esto te ayuda a que puedas conseguirlo mediante un proceso terapéutico, donde puedas encontrar un espacio para tu crecimiento personal y tu bienestar psicológico.